NOTAS DE VIAJE Ya sé que no te gustan los viajes en coche y menos cuando son distancias largas como la de esta travesía desde Ensenada hasta Veracruz, pero me hiciste falta en cada parada en los diversos pueblos que nos acogían, unos con sus veredas estampadas de verde y otros amarillos, marchitos por los golpes del sol. Sonora nos recibió en la agonía del atardecer, un buen corte de carne nos revivió después de tantas horas manejando. El compadre Javier prefirió un percherón, un burro gigante que con solo verlo te hubiera llenado. En el camino al siguiente Estado, Raúl manejó por lo que aproveché el tiempo mirando por la ventana ese camino desértico que en algunas partes se bañaba de vegetación, más cuando bajábamos a Sinaloa y en ese trecho me puse a pensar en ti. Me quedé preocupado por esos dolores de cabeza que te dieron unos días antes de irme, pero te hice caso de que no era nada y heme aquí recorriendo el país gracias a tu apoyo, y a través de estas notas quiero r